#EspecialidadMUE
Informe de la Ponencia de Estudio de las necesidades de recursos humanos en el SNS
Referencia 543/000005 (18/06/2010)
IX Legislatura
543/000005
BOCG. Senado. Serie I. Núm. 483.
Sesión de 18 de mayo de 2009
Comparecencia del Vicepresidente Primero de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias, Dr. Tomás Toranzo Cepeda.
A explicar qué es la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y qué necesidades tienen los servicios de urgencias del Sistema Nacional de Salud dedicó el Sr. Toranzo Cepeda su intervención.
La Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias —explicó el compareciente— es una sociedad científica multidisciplinar, que agrupa a médicos (66%), enfermeros y técnicos de emergencia sanitaria fundamentalmente, en un total de unos 7.000 socios, los médicos con formación muy variada (generalistas, internistas, médicos de familia...).
En cuanto a los datos de los servicios de urgencias, tomando los del año 2006, facilitados por el Ministerio de Sanidad, en las urgencias hospitalarias se atendieron 25 millones de consultas, que se tradujeron en dos millones de ingresos, un 62,43% de todos los ingresos hospitalarios.
En el Sistema Nacional de Salud, en los servicios de urgencia hospitalaria, se encuentran trabajando unos 4.470 médicos de plantilla (sobrepasan los 3.000 en la sanidad privada), habiéndose registrado en los últimos años un aumento de recursos humanos, no obstante lo cual, se nota un déficit del personal dedicado a las urgencias, cuya precariedad, por otro lado, es mayor que en otros ámbitos sanitarios.
Por lo que se refiere a las patologías que se tratan en urgencias, son variadísimas, dado que es el primer servicio al que acuden, en numerosos casos son patologías tiempo dependientes, que precisan tratarse de forma inmediata, lo que exige una formación amplia y específica que no existe de forma reglada en el momento actual.
Una de las características que deben tener las urgencias en el Sistema Nacional de Salud es la equidad en la asistencia, si bien es cierto que la cartera de servicios puede ser desigual según se trate de un hospital de primer nivel, de segundo o un comarcal. El elemento clave que garantizaría la equidad serían los profesionales con la formación adecuada a las necesidades de los pacientes, con independencia de la ubicación geográfica de estos.
Entre los problemas que presentan los servicios de urgencias citó el compareciente la sobrecarga asistencial y los problemas organizativos, además de la temporalidad, la alta rotación, la desmotivación y el «burn out» y abandono del personal.
¿Qué se podría esperar de los servicios de urgencias? Mantener la equidad del sistema y la calidad asistencial, tanto en las urgencias hospitalarias como en las extra-hospitalarias (SAMUR, SUMA, SEM, etc., cada vez más vinculadas a los números de llamada general, como el 112 o el 061).
Para ello sería preciso mantener la categoría del médico de urgencias (creada a partir del año 2001 en los hospitales del INSALUD, y con este modelo, en las distintas Comunidades Autónomas —con la excepción significativa del SAS, con un modelo controvertido y conflictivo— así como también unos estándares mínimos de asistencia, de estructura, aparataje y organización hospitalaria y, desde luego, aumentar la dotación de las plantillas (de médicos, enfermeros y técnicos de emergencias) para asumir unas cargas de trabajo razonables que permitan dar calidad asistencial y la seguridad del paciente. A ello habría que unir la necesidad básica, ya mencionada, de una formación específica para todos los colectivos, médicos (vía MIR, especialidad de medicina de urgencias, vía troncal), enfermeros (mediante una especialización) y técnicos de emergencias (desarrollo de las cualificaciones profesionales) que se dedican a las urgencias y emergencias.
Sin una especialidad en medicina de urgencias no se puede garantizar la sostenibilidad del actual modelo asistencial, la consolidación y mejora de la asistencia urgente, la docencia y la investigación en urgencias, el desarrollo profesional, así como la eficiencia de estos servicios, lo que repercutiría negativamente sobre los pacientes.
